Entrenamiento deportivo/Transferencia

Lección 11
Transferencia

La meta final del entrenamiento es participar en la competición deportiva identificada como la más importante de la temporada. La participación en otras competiciones a lo largo del proceso sirve como mecanismo para desarrollar la forma deportiva con miras a optimizar el rendimiento durante la competencia principal. En ambos casos es necesario crear condiciones para garantizar que lo aprendido y practicado durante el entrenamiento se transfiere efectivamente a las competencias. El tipo de trabajo a realizar para lograr esa transferencia dependerá del tipo de competición en la que se participará. Estas normalmente se clasifican en tres tipos:[1]

  • Competiciones de preparación: Se consideran parte del proceso de entrenamiento, los objetivos se definen en función del trabajo que se está realizando al momento del evento y se participa en ellas sin una preparación específica o recuperación muscular completa. Las metas más comunes incluyen: familiarizar al atleta con los entornos de competición o con una instalación deportiva específica, observar su técnica, desarrollar una capacidad motora en particular o reforzar su confianza. Este tipo de competencias es particularmente importante porque durante el entrenamiento solo se pueden simular parcialmente las condiciones que se enfrentarán durante una competencia, pero nunca se podrán emular completamente.
  • Competiciones importantes: Representan objetivos reales para los atletas y para la organización deportiva a la que pertenecen. Sirven como un primer contacto a competiciones reales con la presión psicológica asociada pero no comprometen el trabajo realizado con miras a la competición principal.
  • Competiciones principales: Determinan el pico de la temporada y los objetivos de trabajo desde su inicio. Estas competencias siempre están precedidas de una etapa de preparación preliminar que representa un componente importante del entrenamiento.

La preparación, para aquellas competencias que la requieren, debe considerar múltiples variables. Entre las más importantes se encuentran las características de los adversarios, los reglamentos de la competición, la rutina del día de la competición, el tipo de instalación deportiva donde se participará, las condiciones climatológicas y ambientales esperadas[1] y los aspectos psicológicos de la participación en la competencia.[2]

Condiciones ambientales editar

El atleta debe estar preparado para competir en múltiples condiciones atmosféricas (lluvia, calor, frío, viento, etc.) pero también debe prepararse para las características climáticas y ambientales de la zona donde se realizarán las competencias. El calor, el frío y la altitud de la zona donde se realizarán los eventos afectan notablemente el rendimiento de los deportistas y en ocasiones incluso pueden afectar su salud. Para garantizar un rendimiento adecuado, los atletas deben entrenarse en condiciones similares a las del ambiente donde se realizará la competencia y de ser posible, trasladarse a entrenar en la zona con suficiente antelación. También es necesario que los entrenadores incorporen en el entrenamiento actividades que maximicen las posibilidades de los atletas de desarrollar adaptaciones fisiológicas para mejorar su rendimiento en la zona de competición. [3]

Aspectos psicológicos editar

Desde el punto de vista psicológico, es necesario trabajar para que el atleta esté motivado, concentrado y que pueda manejar la presión del evento. Debe procurarse que el día de la competencia sea relajado y sin estrés. Antes de la competencia es necesario que el atleta: repase sus mejores ejecuciones (concentrándose en sus fortalezas), se enfoque en lo que puede controlar (dejando de lado los aspectos que no puede afectar), siga un plan de competición desarrollado con anterioridad y se enfoque en metas realistas. También se le debe preparar para que durante el desarrollo de la actividad deportiva se mantenga activo pero calmado, concentrado en lo que debe hacer y orientado al proceso, tanto en los aspectos técnicos como tácticos. Es necesario que evite enfocarse en las cosas que trata de evitar o en los resultados finales de la competencia.[2]

Instalaciones y reglamentos editar

La preparación del atleta debe considerar las características de la instalación deportiva donde se realizarán las competencias y los reglamentos que se aplicarán.[1] Para eso es necesario que se dedique tiempo durante los ciclos precompetitivos a entrenar en condiciones tan similares a las de las competencias como sea posible. Esto debe incluir no solo las características del entorno físico (cómo las dimensiones de la cancha) sino también aspectos como las interacciones con el entrenador, los compañeros de equipo (si los hay), los oponentes y los espectadores. Es necesario que el atleta aproveche herramientas como las verbalizaciones, la imaginación y la propiocepción para ubicarse a sí mismo en un entorno similar al de competición. También deben considerarse las diferencias fundamentales entre los entornos de competición y de entrenamiento. Especialmente la reducida participación de los entrenadores con respecto al papel que normalmente tienen durante el entrenamiento y imposibilidad de realizar repeticiones «de prueba» antes de lograr una ejecución ideal.[2]

Oponentes editar

Finalmente, es necesario que el atleta conozca a los adversarios que enfrentará, tanto en las competencias de clasificación como en las finales.[1] Para eso es necesario que disponga de un análisis de las cualidades, debilidades y características de sus oponentes.[4] La información sobre el desempeño de sus adversarios debe ser tan concreta como sea posible para que pueda anticipar más efectivamente las acciones que desplegarán durante la competencia y pueda preparar las respuestas apropiadas en el momento oportuno.[5][1]

Resumen de la lección editar

  • El objetivo del entrenamiento es participar en las competencias seleccionadas como objetivos.
  • La participación en otras competencias sirve para desarrollar la forma deportiva con miras a optimizar el rendimiento durante la competencia principal.
  • Las competiciones se clasifican en competiciones de preparación, competiciones importantes y competiciones principales.
  • El atleta debe estar preparado para competir en múltiples condiciones atmosféricas y las características climáticas y ambientales de la zona donde se realizarán las competencias.
  • Antes de las competiciones los atletas deben estar motivados, concentrados y preparados para manejar la presión del evento.
  • Los atletas deben conocer las características de las instalaciones deportivas donde competirán y los reglamentos que se aplicarán.
  • Los atletas deben conocer las fortalezas y debilidades de los oponentes que enfrentarán en cada competición.

Términos clave editar

Lecturas adicionales editar

Bibliografía editar

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Vasconcelos Raposo, A (2009). Planificación y organización del entrenamiento deportivo (2.ª edición). Badalona, España: Paidotribo. p. 198. ISBN 978-84-8019-473-0. 
  2. 2,0 2,1 2,2 Martín, Garry (2008). Applied Sports Psychology. Practical Guidelines for Behaviour Analysis. [Psicología del deporte. Guía práctica del análisis conductual.] (1.ª edición). Madrid, España: Pearson Educación S. A. p. 368. ISBN 978-84-8322-501-1. 
  3. Billat, Véronique (2002). Physiologie et Methodologie de l’entrenaiment [Fisiología y metodología del entrenamiento. De la teoría a la práctica] (1.ª edición). Barcelona, España: Editorial Paidotribo. p. 195. ISBN 84-8019-627-0. 
  4. Matsutake, Takahiro; Sugo, Takayuki (3 de junio de 2013). «Effects of Scouting Videos on Physiological and Psychological Responses during Motor Imagery in Football Players» (PDF). Football Science (en inglés) (Japanese Society of Science and Football) 11: 28-35. ISSN 1349-5623. Consultado el 9 de junio de 2017. 
  5. Wrisberg, Craig (2007). Sport skill instruction for coaches (1.ª edición). Illinois, Estados Unidos: Human Kinetics. p. 192. ISBN 9780736039871. 


Proyecto: Entrenamiento deportivo
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