Lección 3
La víctima

Una víctima es una persona que sufre un daño como consecuencia de una conducta que constituye una violación de la legislación penal o un abuso de autoridad por personas en posiciones de poder. El daño es la reducción o pérdida de una capacidad o competencia presente previamente. Puede ser físico (corporal), patrimonial, moral o psicológico.

El daño psicológico es el efecto negativo en la salud mental de una persona y su vida diaria por un evento que rebasa sus defensas y adopta dos formas: la lesión y la secuela. La lesión es el efecto temporal del evento y la secuela es la consolidación permanente de esos efectos en la personalidad del sujeto.

Una víctima puede reaccionar de diferentes maneras ante una experiencia traumática (resistiendo, recuperándose o desarrollando un trauma) y la magnitud del daño psicológico resultante depende de las características del delito, la capacidad de protección de la persona y la situación de vulnerabilidad.

Las características del delito incluyen la frecuencia, intensidad, duración, nivel de humillación y relación con el agresor. La capacidad de protección de la persona la conforman las características personales que reducen el impacto del delito. La situación de vulnerabilidad se compone de aquellos factores ambientales que amplifican o prolongan el impacto del delito.

Cuando un delito produce daños psicológicos con secuelas las víctimas pueden desarrollar trastornos de ansiedad por estrés agudo o estrés postraumático, trastornos disociativos como amnesia, despersonalización o trastornos de identidad disociativo o trastornos psicóticos entre otros.

Simulación

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Una víctima puede simular un problema mental durante un proceso legal. La simulación es la invención consciente del problema o la modificación de su nivel de severidad. Los motivos para hacerlo son variados pero normalmente incluyen intentos de evitar un internamiento involuntario, lograr un pena más fuerte para el delincuente, una mayor compensación económica o aparentar una mayor idoneidad en casos que involucran la custodia de menores o discapacitados.

Detectar una simulación durante un peritaje psicológico es muy complicado y requiere aplicar múltiples métodos y sistemas porque no existe una única técnica capaz de identificar estas situaciones.

Evaluación del daño psicológico

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La evaluación forense para determinar el daño psicológico sufrido por una víctima es una actividad compleja, pero similar a otros tipos de evaluación psicológica. El psicólogo que la ejecuta debe contar con conocimientos de psicopatología traumática, utilizar técnicas de evaluación forense y ser muy cuidadoso con los aspectos éticos y técnicos.

La metodología utilizada debe ser estructurada y reproducible. Sus elementos fundamentales incluyen:

  • Evaluar la personalidad base de la víctima.
  • Evaluar el estado psicológico actual.
  • Identificar la capacidad traumática del daño.
  • Analizar si los problemas psicológicos de la víctima son consecuencia del daño recibido.

Es muy importante considerar los efectos que pueden tener en la investigación las circunstancias en las que se realiza. La víctima está inmersa en un proceso judicial, lo que genera gran cantidad de estrés. Además la participación en la evaluación no es voluntaria (o es voluntaria pero mediada por un abogado) y existen múltiples incentivos para que la persona evaluada realice algún tipo de simulación.

Un aspecto que se debe tener en cuenta en todo momento es la victimización secundaria. Está constituida por los daños adicionales que la víctima sufre por participar en el proceso judicial. El psicólogo debe tratar de minimizarla todo lo posible y estar atento a las alteraciones que puede provocar en los resultados de la evaluación. En ocasiones, es posible que el juzgado le pida al psicólogo evaluar no solo el daño sufrido por la víctima, sino también si está en capacidad de participar en el proceso.

Resumen de la lección

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  • Una víctima es una persona que sufre un daño como consecuencia de un delito.
  • El daño psicológico está compuesto de lesiones y secuelas.
  • La magnitud del daño depende de las características del delito, la víctima y el ambiente.
  • Detectar la simulación de daños psicológicos por parte de la víctima es muy difícil.
  • La evaluación del daño requiere comparar el estado anterior y posterior al delito.
  • Se debe minimizar la victimización secundaria todo lo posible.

Términos clave

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Lecturas adicionales

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Bibliografía

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  • Echeburúa, Enrique; Corral, Paz (de); Amor, Pedro Javier. Evaluación del daño psicológico en las víctimas de delitos violentos. Psicothema. Vol. 14 (Suplemento): 139-146, 2012
  • García, Mercedes. Guía de evaluación clínica forense para valoración de daños psicológicos en víctimas de delitos violentos [en línea]. Actualizada: 2014-01-17. Consultada: 2014-12-28. Disponible en: http://psicologiajuridica.org/archives/4880
  • Muñoz, José Manuel. La evaluación psicológica forense del daño psíquico: propuesta de un protocolo de actuación pericial. Anuario de Psicología Jurídica. Vol. 23 (01): 61-69, 2013


Proyecto: Psicología forense
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