La poesía de Posguerra

CONTEXTO:

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Tras la guerra civil y la derrota de las fuerzas de la segunda república española el general Francisco Franco impuso una dictadura totalitarista en el país. El resto de regímenes totalitarios de Europa habían sido derrotados en la segunda guerra mundial (1945) por las fuerzas aliadas y por ello España se vio aislada del panorama internacional, en economía, política y cultura.

Sin embargo los años 60 fueron una época de gran prosperidad económica y grandes transformaciones sociales las cuales provocaron un cambio en las mentalidades de los españoles. Poco a poco se fue desarrollando el turismo o la televisión que ponían a la gente en contacto con otras culturas y formas de pensar. El final del régimen estuvo marcado por las luchas sociales (alentadas en gran parte por la crisis económica mundial y el declive del propio régimen). Cuando en 1975 murió el general francisco franco y Juan Carlos I fue coronado el régimen cayó dando a entender que no podía sobrevivir a la figura de su creador.

Poesía durante el Franquismo:

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La guerra civil fue la causante del corte dramático con la etapa cultural anterior al régimen, durante esta contienda muchos de los artistas de la época murieron y los que sobrevivieron se exiliaron. La minoria que permaneció en España se vio obligada a adoptar las exigencias del régimen y por tanto quedaron silenciados.

Los años 40 y 50:

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Poesía Arraigada:
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La poesía arraigada fue aquella desarrollada por lo adeptos al régimen franquista; trata temas como; el amor, la familia, la patria, la religión... Temas intemporales alejados de la realidad del momento. En este estilo de poesía se fomenta la vuelta a las formas clásicas como el soneto o la décima. Predomina una ideología conservadora junto con una visión esperanzadora y optimista del mundo. Esta poesía era promovida por el régimen para ensalzar su imagen. Algunos autores destacados son;

Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo, Luis Rosales y José García Nieto.

Poesía Desarraigada:
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Los poetas desarraigados se caracterizaron por manifestar su angustia por una realidad inhóspita, las miserias sociales y la hostilidad de la existencia. El padre de esta corriente es Dámaso Alonso con su obra "Hijos de la ira" que se caracteriza por una perspectiva nihilista (es decir pesimista o que no encuentra sentido final a la vida) y un tono desgarrador. Cabe destacar que sus primeras obras pertenecen a la generación del 27.

Poesía social:

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En este género se critican las desigualdades sociales y la falta de libertades políticas vividas durante el régimen dictatorial. Esta poesía contaba también con el pesimismo existencial de los desarraigados. Los autores de esta poesía la consideraron como una forma de transformar la realidad política y social, una poesía para "la inmensa mayoría" -Blas de Otero-

Su principal precursor fue Miguel Hernández que aunque se considere que perteneció a la generación del 27 durante su madurez se le asigna a la poesía social. En esta época de madurez redacto sus obras "Viento del pueblo" obra dominada por los tonos épicos y elegiacos (es decir de lamentación) y "El hombre acecha" manuscrito compuesto por 19 poemas en los que describe el odio, crueldad, opresión y muerte causadas por la guerra.

Hay que mencionar a los siguientes autores debido a su relevancia en el género:

  • Blas de Otero: Sus primeras obras ("Ángel fieramente humano" y "Redoble de conciencia") destacan por tratar una poesía existencial (influida por san Juan de la Cruz), los temas habituales son la figura de un Dios culpable y distante además de la presencia de la mujer que para el autor representaba la plenitud y la alegría. En adelante trato temas sociales, como la injusticia, la miseria y la violencia. ("Pido la paz y la palabra" y "Que trata de España")
  • Gabriel Celaya: Este autor sostiene que la poesía es un medio para la transformación social, cosa que deja presente en sus obras "Las cartas boca arriba" y "Cantos Iberos" tiene una obra extensa y variada.
  • José Hierro: En sus primeras obras ("Tierra sin nosotros" y "Quinta del 42") presenta rasgos propios de la poesía social, sin embargo, en obras posteriores como "Libro de alucinaciones" y "Agenda" deriva a una lírica personal marcada por la presencia de imágenes irracionales y la creencia de que el verso puede resolver la incógnita de la realidad.


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