Líneas principales del pensamiento de John Locke

Contexto histórico: El siglo XVIII y la Ilustración editar

En términos generales, la Ilustración se presenta como una corriente ideológica esencialmente optimista, basada en la confianza que despiertan la razón, la ciencia y la educación como factores de un progreso capaz de conducir al hombre a la felicidad en la Tierra.

Condicionantes políticos y sociales editar

A lo largo de todo el siglo XVII se desarrolla un proceso contrario al llamado Antiguo Régimen. Este es el tipo de sociedad existente en Europa. sobre todo en Francia antes de la Revolución Francesa (1789). Se caracteriza por la monarquía absoluta, la sociedad clasista y la organización gremial. Los aristócratas tenían que explotar cada vez más a sus siervos rurales y luchaban cuanto podían por mantener sus privilegios.

La clase burguesa, procedente de la actividad comercial ciudadana, es la protagonista en esta lucha. Esta burguesía creía en la monarquía absoluta como instrumento privilegiado para el cambio de estructuras y mentalidades. En efecto, muchos monarcas a sumieron el papel de monarcas ilustrados, llamaron a los filósofos a sus cortes, apelaron a los grandes comerciantes para ayuda de sus 'arcas' vacías, etc. Pero los monarcas se veían fundamentalmente limitados por la estructura aristocrática, feudal y religiosa, que representaban.

En este tiempo impera el despotismo ilustrado; es decir, los Reyes son señores omnipotentes de la nación. Al no existir un Estado de Derecho, se dan formas opresivas más o menos manifiestas. Los reyes y ministros del despotismo ilustrado intentar llevar a cabo una reforma social, civil y económica, como lo pedían las circunstancias, pero con la condición de que no disminuyesen los intereses políticos de la monarquía. El despotismo ilustrado es una forma peculiar del absolutismo monárquico, vigente en Europa en el siglo XVII y cuya expresión más clara fue el rey Luis XIV de Francia.

Este despotismo se puede resumir en una frase: todo para el pueblo pero sin el pueblo. Los filósofos aplauden y aconsejan a los ministros y aristócratas para que tengan como meta de sus actividades la felicidad del pueblo, corregir algunos abusos y hacer desaparecer los privilegios.

Frente a las arbitrariedades del poder absoluto, las clases medias burguesas llevan a cabo una oposición crítica y sistemática que desemboca en una revolución que se sustenta en las ideas de la ilustración; la afirmación de Locke de que los hombres nacen iguales y con unos derechos que le son naturales y deben ser respetados y protegidos por la autoridad política conlleva la idea de que el rey es un mandatario de la comunidad de ciudadanos que puede ser destronado si abuusa del poder que le da el pueblo.

Dichas ideas serán difundidas por Montesquieu (la autoridad no es algo impuesto desde arriba, sino que debe basarse en el consentimiento de los ciudadanos, representados por el Parlamento); y serán el detonante de la Independencia de los Estados Unidos firmada en Filadelfia en 1776, documento inspirado en la filosofía de la Ilustración y el Enciclopedismo.

Todo esto indica un lento proceso, pero implacable e irreversible, de disolución de los valores tradicionales del feudalismo medieval: se inicia una campaña antiesclavista en Londres y París (1787); José I de Aurtria abolió en 1781 una serie de normas represivas que pesaban sobre los judíos, etc. Al final de este siglo aparece la Revolución Industrial con la invención de la máquina de vapor por James Watt, con lo que las relaciones laborales empiezan una nuea andadura.

Condicionantes filosóficos editar

Características comunes a todos los países europeos editar

La Ilustración se ha caracterizado por una actitud total que envuelve una concepción de la vida cuyo centro es el hombre, independizado de las tutelas tradicionales, sociales, políticas y religiosas. Y además, poseído de una fe en sus propios medios (razón, ciencia) para dominar los problemas de la vida y de la naturaleza: este es un humanismo optimista y progresivo.

En concreto, las características pueden ser estas:

  • Optimismo en el poder de la razón y en la posibilidad de reorganizar a fondo la sociedad, a base de principios racionales que no vayan contra la naturaleza humana.
  • La importancia que se le da a la sensación como fuente y modo de conocimiento frente a la especulación racional, propia del siglo XVII.
  • La creencia en que todo lo natural es bueno; según Newton el universo es concebido como una gran máquina creada por Dios y regida por las leyes establecidas por Él; esto supone que es algo 'natural' y todo lo que esté de acuerdo con esa gran máquina y su funcionamiento es bueno. Todo está ordenado y pensado para la felicidad y el bienestar del hombre. Por tanto, el hombre no debe contrariar la naturaleza, sino tratar de descubrir sus leyes a través de la razón y ordenar la sociedad de acuerdo con ellas.
  • Este deísmo era minoritario de los intelectuales, a quienes se enfrentaban tanto la aristocracia como las clases populares. De este modo aparece una moral laica, independiente de la religión.
  • Se produce una lucha por la libertad pero centrada en los negocios. La burguesía siente la necesidad de liberarse de la reglamentación implantada por el mercantilismo: de este modo, son el banquero que participa en el comercio de esclavos negros y el patrono que somete a los trabajadores a jornadas de dieciocho horas los que defienden un concepto de libertad de tipo económico.
  • Los periódicos y las revistas se multiplican' y a la gente que no podía leerlos en casa le era posible leerlos en cafés o en las salas de lectura habilitadas para tal fin. Los nuevos lectores querían que las materias se presentaran de un modo interesante y claro.
  • El estilo del siglo XVII se hizo admirablemente fluido, claro y preciso, la clase media burguesa iba haciéndose no sólo instruida, sino inclinada a pensar.
  • Las obras se escribían bajo censura para 'proteger al pueblo contra las ideas perniciosas': la Iglesia, el Parlamento de París, los gremios de impresores, los funcionarios del rey; todos intervenían en la censura de los libros. Es por ello que los lectores desarrollaron un gusto especial por los libros prohibidos.
  • Al estar legalmente prohibido criticar a la Iglesia o al Estado, dirigían sus críticas hacia un plano abstracto: hablaban de las costumbres de los persas, pero o de las costumbres francesas, aunque sus dardos iban dirigidos contra ellas.
  • El pensamiento de la Ilustración europea era completamente secular. La Iglesia estaba considerada, en el mejor de los casos, como una institución socialmente útil. Todas las iglesias eran abandonadas por los más destacados intelectuales. La tolerancia en religión, o la indiferencia, se convirtieron en el sello del progreso. El amor cristiano se secularizó en buena voluntad humanitaria (filantropía) y la virtud más importante era el ser socialmente útil.

Empirismo y Racionalismo editar

Locke nos presenta que la razón procede a una cierta manipulación de las ideas recibidas por los sentidos. Los resultados de esta son luego recuperados por el entendimiento. Es entonces cuando este último "produce en la mente un tipo diferente de ideas, que los objetos externos no podrían haberle proporcionado". De hecho, las ideas definidas de nuestros sentidos generan nuevas ideas de naturaleza arbitraria. Podemos decir que estas ideas son los remanentes que resultan del tratamiento hecho sobre las ideas que los sentidos le aportan.

Obras editar

  • Ensayos sobre el gobierno civil
  • Ensayos sobre la ley de la naturaleza
  • Ensayo sobre la tolerancia
  • Ensayo sobre el entendimiento humano

El origen de la organización social editar

Como primer principio de gobierno aparece el principio de separación de poderes pensado en la época de la antigua Roma y teorizado más tarde por el barón de Montesquieu y John Locke. Esta separación intenta evitar la concentración de poderes en las manos de un hombre, al tiempo que asegura el control recíproco y la moderación entre ellos. De todos los poderes que se pueden ejercer dentro de una nación. Fue entonces que se predicó la separación entre el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial. Más tarde surgiría la idea de un cuarto poder en referencia al desarrollo de la prensa.