Diferencia entre revisiones de «Psicología forense/El delincuente»

Contenido eliminado Contenido añadido
Lsanabria (discusión | contribs.)
Lsanabria (discusión | contribs.)
Línea 11:
La falta de conciencia se da cuando el delincuente carece de las herramientas psíquicas para comprender lo que está haciendo o las implicaciones de sus actos. No debe confundirse con los errores de percepción donde la persona es consciente de sus actos pero ignora que dañan a otros o que no son permitidos por el ordenamiento jurídico vigente.
 
Un individuo con falta de voluntad carece de las facultades psíquicas para necesarias para autodeterminarse. Los impulsos criminales se presentan con una fuerza mayor a lasu capacidadcapacdad de autocontrol de la persona o como situaciones que eliminan lasu libertad de elección. Esta situación puede presentarse por factores patológicos en las capacidades mentales o por influencias psíquicas externas. La influencia psíquica es un factor ambiental, ya sea provocado directamente por otro individuo o por la situación. que incluyeIncluye, entre otros, factores como: el miedo, el mantener en error al sujeto, el hacerlo caer en el engaño oy el abusar de su necesidad o su inexperiencia.
 
La incapacidad psíquica impide a la persona responsabilizarse por sus actos al carecer de las herramientas mentales para evaluar las implicaciones que tienen. Los niños (normalmente los menores de 12 o 14 años, dependiendo de la legislación vigente) y los enfermos mentales se consideran entre los grupos de personas en esta categoría.
 
La afectación psíquica, también llamada daño moral o psicológico se da en víctimas de comportamientos criminales que pasan a ser victimariosvictimarias como medida de escape para manejar la situación. La víctima de un delito pasa por estados de alerta, resistencia y agotamiento. En esta última fase pierdenpierde sus defensas psíquicas e incorporanincorpora la violencia a la que son sujetos como un mecanismo aceptable de lidiar con las agresiones.
 
Otros factores de la conducta criminal pueden incluir aspectos genéticos o características de la personalidad como irritabilidad o falta de autocontrol.