El signo lingüístico
Saussure interpreta el signo lingüístico por primera vez y lo define como una combinación de un concepto (significado) y una imagen acústica (significante).
También existen otros tipos como Biplánico,Arbitrariedad y Linealidad.
Según Saussure un contenido está indisolublemente asociado a una expresión, y a su vez la expresión o imagen acústica existe gracias a una relación con el contenido, delimitado convencionalmente por el uso lingüístico. Esta afirmación supone afirmar que el signo lingüístico es arbitrario, es decir, qué la asociación entre el significado y el significante no tiene más base que el uso o convención lingüística.
Saussure, sin embargo, reconoce que algunos signos lingüísticos están relativamente motivados.
Las onomatopeyas reproducen sonidos de la realidad. Voces de animales como miau, pío o quiquiriquí; sonidos de instrumentos musicales como chinchín, talán talán... Palabras como aullar, chasquido o roncar tienen relación directa con lo que simbolizan.
Las exclamaciones son expresiones espontáneas que, generalmente no constituyen una oración completa. Estas expresiones se generan a partir de una impresión recibida o de cierto pensamiento. Muchas exclamaciones comenzaron por ser palabras con un significado determinado como ojalá, que en árabe significa y quiera Dios.
Los derivados son palabras formadas sobre material léxico ya conocido. De bomba, bombardear; de cal, encalar.
Características del signo lingüístico
editarInmutabilidad - mutabilidad
editarLa inmutabilidad del signo es consecuencia normal de la función comunicativa del lenguaje humano y de su carácter social. Si alguien tuviera la fantasía de llamar mesa a la casa y casa a la mesa no podría comunicarse con los demás miembros de la comunidad. La asociación entre el significado y el significante se establece socialmente y es inmutable en el plano sincrónico (estado concreto de la lengua en un momento dado).
Es una realidad que con el tiempo la lengua evoluciona y, por tanto, se alteran más o menos rápidamente los signos lingüísticos al mismo tiempo que queda asegurada la continuidad de éstos. Así pues, en el plano diacrónico (desarrollo histórico de una lengua) la lengua evoluciona, pasa de un estado a otro,en suma, "es mutable".
Linealidad
editarEl carácter lineal del signo se expresa por su naturaleza acústico fisiológica. Los sonidos humanos tienen una sola dimensión, el tiempo. Los mensajes lingüísticos se ordenan en la secuencia temporal; nuestros órganos articulatorios son incapaces de emitir varios sonidos simultáneamente.
En la escritura el tiempo es sustituido por el espacio y se conserva este carácter lineal. Hay que tener en cuenta que la lengua es un sistema oral y que la escritura es una manifestación secundaria, un código sustitutivo que puede no existir.
Discreción
editarLa lengua es, según Saussure, una estructura de elementos discretos, es decir, independientes entre sí y claramente delimitados unos de otros. Esta independencia viene delimitada por las relaciones de oposición e identidad: un signo es o bien opuesto a otro, o bien idéntico, nunca intermedio.
Doble articulación
editarEl mensaje lingüístico está articulado es decir, puede descomponerse en elementos menores que pueden ser utilizados en la construcción de otros mensajes. La segmentación del mensaje en unidades más pequeñas es fundamental para la comprensión porque el usuario identifica la onda sonora con una serie de elementos dotados de significado.
La lengua tiene una primera articulación que consiste en la segmentación de las palabras en elementos más pequeños con significado, los monemas:
Elena cant-aba cancion-es en la ducha
Elena, cant- y cancion- son monemas que significan conceptos o ideas que podemos encontrar en el diccionario (lexemas). -aba y -es son monemas que relacionan a los lexemas o modifican su significación; su significado es gramatical (morfemas). Así, el signo -aba (de cantaba) que significa "tercera persona, singular, pretérito imperfecto, indicativo, voz activa", relaciona cantar con el sujeto de la oración Elena. El signo en se limita a relacionar las nociones de cantar y ducha, significando sólo la relación entre la acción (cantar) y el lugar donde se produce (ducha). El morfema la relaciona a dichos lexemas y significa que el lugar referido por ducha es determinado.
La segunda articulación consiste en la segmentación de las palabras en elementos menores sin función significativa, pues no se asocian a ningún contenido: los fonemas.
Ejemplo: p/a/s/o, p/e/s/o, p/i/s/o, p/o/s/o, p/u/s/o
En este ejemplo los fonemas a/e/i/o/u por sí mismos no significan nada, pero sirven para diferenciar el significado de los contenidos paso, peso, piso, poso, puso. La oposición entre estos fonemas marca una diferencia de contenido.
Hay que señalar que existen monemas formados por un solo fonema: la preposición a, las conjunciones o, y.
La doble articulación permite una gran economía de medios en el intercambio de mensajes lingüísticos. Con los 24 fonemas de nuestra lengua podemos construir miles y miles de significantes de signos. De igual forma, a partir de estos monemas y un puñado de reglas o de relaciones sintagmáticas obtendremos el infinito número de mensajes posibles de la lengua castellana.