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Esta sección Comprende los avances de la astronomía desde las primeras civilizaciones humanas hasta el siglo V d.C.

Arqueastronomía

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Los orígenes de la astronomía son estudiados por la arqueoastronomía, una rama de la astronomía que estudia yacimientos arqueológicos de culturas antiguas y el grado de conocimientos astronómicos poseído y los instrumentos utilizados por los diferentes pueblos antiguos.

Una evidencia de la arqueoastronomía está en el cañón del Chaco con el petroglifo «Daga del Sol» en la Colina Fajada y muchas construcciones chacoanas fueron alineadas para capturar los ciclos solares y lunares, requiriendo generaciones de observaciones astronómicas y siglos de construcción experta coordinada.

Astronomía Griega

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Heráclides Póntico

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Heráclides Póntico fue el primer filósofo en proponer que la tierra rotaba sobre su eje de este a oeste en un periodo de 24 horas, que las estrellas estaban fijas y no rotaban sobre la tierra y que Mercurio y Venus rotaban alrededor el sol.[1]

Aristarco de Samos

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Aristarco de Samos fue el primer astrónomo en proponer un modelo heliocéntrico del Sistema Solar, en el que, como su nombre lo indica, el Sol es el centro del universo alrededor del cual giran los astros incluyendo la Tierra. Ademas fue uno de los primeros en calcular las distancia que separa a la Tierra de la Luna y el Sol.

Su modelo heliocéntrico fue citado por Arquímides fue otro matemático y astrónomo griego del siglo III a.C. hijo de un padre astrónomo, definió varias fórmulas para los volúmenes de las superficies de revolución, hizo varios trabajos sobre los círculos, las espirales, esfera, cilindro y sobre los cuerpos flotantes, daba a conocer sus trabajos por correspondencia, fue el inventor del tornillo.

Eratóstenes de Cirene

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Eratóstenes fue un astrónomo griego de el siglo III a.C. y el primero en calcular el tamaño de la Tierra y en estimado su circunferencia además afirmó que la Tierra es esférica.

Fue director de la biblioteca de Alejandría, en donde leyó un informe que hablaba de en Siena (Hoy Asuán), el día del solsticio de verano los objetos no proyectaban sombra. Observó que en Alejandría sí que proyectaban sombra, lo cual le llevó a pensar que esa diferencia era debido a que la Tierra no era plana. Midiendo las sombras calculó que entre ambas ciudades había una diferencia de 7° y 12°. Midiendo la distancia que había entre los dos lugares (dato cuya obtención es atribuido según las fuentes a las caravanas comerciales entre las dos ciudades mientras que otras fuentes lo atribuyen a un encargo que hiciera Eratóstenes para que un ejército midiera con paso regular la cantidad de pasos entre ambos lugares.). Con éstos datos, calculó que el perímetro de la Tierra era de unos 252.000 estadios. Dependiendo de la longitud del estadio que empleemos (185m. ó el egipcio de 300 codos de 52,4 cm.), el error oscila entre un 17% del valor real o de tan sólo un 1% utilizando el valor de estadio egipcio.

Hypatia de Alejandría

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Hypatia de Alejandría (355 ó 370-415 ó 416), aunque no se conserva ninguna de sus obras, el historiador Sócrates Escolástico (380-?) entre otros autores reconocen a Hypatia que sus aportes en el plano astronómico fueron diversos. Parece ser que escribió ocho volúmenes de un Tratado sobre la Geometría de las Cónicas de Apolonio, con el cual los egipcios explicaban las órbitas irregulares de los planetas. Tuvieron que pasar más de mil años para que Johannes Kepler volviera a re-descubrir la trayectoria real de los planetas.

Hypatia también trabajó en el Canon de Astronómico, la revisión de las Tablas Astronómicas de Claudio Ptolomeo y también cartografió varios cuerpos celestes. Además, en el plano más práctico inventó varios instrumentos, entre ellos mejoró los primitivos astrolabios creando el modelo plano, que es utilizado para medir la posición de las estrellas, los planetas y el Sol sobre la bóveda celeste.

Apolonio de Perge

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Fue un geómetra griego famoso por su obra Sobre las secciones cónicas. Le dio su nombre de elipse, a la parábola y a la hipérbola. Se le atribuye la hipótesis de las órbitas excéntricas o teoría de los epiciclos para intentar explicar el movimiento aparente de los planetas y de la velocidad variable de la Luna.

Hiparco de Nicea

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Hiparco fue un astrónomo, geógrafo y matemático griego, quien realizo el primer catálogo de estrellas, ademas el primero en dividir el día en 24 horas de igual duración, fue quien descubrio la precesión de los equinoccios, quien distinguio la diferencia entre año sidéreo y año trópico, mayor precisión en la medida de la distancia Tierra-Luna y de la oblicuidad de la eclíptica, invención de la trigonometría y de los conceptos de longitud y latitud geográficas.

El catálogo de estrellas de Hiparco contenía la posición en coordenadas eclípticas de 1080 estrellas. Influyó en Hiparco la aparición de una estrella nova, Nova Scorpii en el año 134 a. C. y el pretender fijar la posición del equinoccio de primavera sobre el fondo de estrellas.

Con el propósito de elaborar dicho catálogo, Hiparco inventó instrumentos, especialmente un teodolito, para indicar posiciones y magnitudes, de forma que fuese fácil descubrir sí las estrellas morían o nacían, si se movían o si aumentaban o disminuían de brillo. Además clasificó las estrellas según su intensidad, clasificándolas en magnitudes, según su grado de brillo.

Ptolomeo

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Ptolomeo desarrolló la teoría geocéntrica expuesta resumida en la obra el Almagesto. El modelo geocéntrico fue idea de Eudoxo y años después recibió apoyo de Aristóteles y su escuela. En el sistema ptolemaico la tierra es el centro del universo y la luna, el sol, los planetas y las estrellas fijas se encuentran en esferas de cristal girando alrededor de ella.

Los epiciclos habían sido una idea original de Apolonio de Pergamo y mejorados por Hiparco de Nicea). Como el planeta gira alrededor de su epiciclo hace que a veces se aleje de la Tierra y luego se acerque, este mecanismo explicaría el movimiento retrógrado de los planetas. El esquema Ptolemaico con todo y sus complicados epiciclos fue aceptado por muchos siglos principalmente por darle al la raza humana una supremacía en el universo.

Otros estudios importantes durante esta época fueron:

  • La determinación del tamaño de la Tierra,
  • La realización del primer catálogo estelar,
  • El desarrollo de un sistema de magnitudes estelares basado en la luminosidad aparente de las diferentes estrellas,
  • Ladeterminación del ciclo de Saros para la predicción de eclipses, entre otros.

Astronomía Celta

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Durante estos años de manera independiente en diferentes lugares comenzó el desarrollo de las matemáticas y geometría , herramientas que unidas a la observación celeste permitieron la determinación de fenómenos tales como solsticios, equinoccios y aun predicción de eventos celestes como los eclipses. Para estos efectos se construyeron verdaderos observatorios astronómicos algunos de los cuales aún se conservan siendo los más famosos Stonehenge en Inglaterra y Carnac en Francia.

Astronomía Precolombina

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Las antiguas civilizaciones de América, Inca, Mayas y Aztecas desarrollaron muchas ciencias, entre ellas la astronomía,

Astronomía Azteca

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En base a sus observaciones desarrollaron sus propios sistemas de calendarios, su arquitectura, escultura y pintura incluían muchas representaciones de objetos celestes, se refleja en la orientación de las principales estructuras arquitectónicas y en la traza urbana de las ciudades prehispánicas.

Se erigieron grandes estructuras arquitectónicas orientadas hacia la salida o el ocaso del Sol en momentos astronómicamente importantes, como solsticios, equinoccios y en los días en los que el disco solar alcanza el cenit.

El Templo Mayor de Tenochtitlan está orientada al ocaso solar los días 9 de abril y 2 de septiembre.

En el códice maya de Dresden se muestra un eclipse de Sol expresado por el glifo del Sol obscurecido por una especie de alas de mariposa y a punto de ser devorado por un monstruo emplumado. En el códice maya de Dresden se asentaron los períodos sinódicos de Venus, Marte y probablemente de otros planetas. En el caso de Venus, el objeto del cielo nocturno más brillante, después de la Luna, se enlistan las fechas del calendario ritual en las que este planeta tenía sus etapas de aparición y desaparición debido a su cercanía al Sol.

El códice Borgia proveniente de Cholula también registra la regularidad de dichas etapas de Venus. En el códice maya de Dresden aparece igualmente el registro de las cuentas de días que separan a un eclipse de Luna de otro de Luna y en ocasiones de Sol. Además, se anotaron fechas específicas en las que sucedieron eclipses observados desde la región maya.

Otro aspecto en el que sobresalió la Astronomía prehispánica fue el registro de ciertos períodos de observación de varios planetas y la Luna.

La Gran Pirámide de Cholula tiene una orientación hacia el ocaso solar en los días del solsticio de verano.

Astronomía Maya

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En América durante desde hace unos 3 mil años se desarrolló un estudio astronómico bastante extenso.

Los mayas además de llegar a una fase jeroglífica, lograron una fase de escritura silábico-alfabética en su escritura, la numeración fue iniciada por los olmecas con base vigesimal, después la perfeccionaron los mayas.

Muchas de sus observaciones han llegado hasta nuestros días, observaron y registraron el eclipse lunar del 15 de febrero de 3379 a. C. además conocían con gran exactitud las revoluciones sinódicas de los planetas, la periodicidad de los eclipses, escribían en monumentos de piedra fórmulas para predecir eclipses solares y la salida heliaca de Venus. los estudios sobre los astros realizados por los mayas siguen sorprendiendo a los científicos.

Tenían su propio calendario solar que es más preciso que el que utilizamos hoy día, todas las ciudades del periodo clásico están orientadas respecto al movimiento de la bóveda celeste.

El calendario comienza en una fecha cero que data de la fecha 8 de junio de 8498 a. C. Los mayas tenían además un año de 365 días, consta de 18 meses de 20 días y un mes intercalado de 5 días.

El calendario maya es cíclico, porque se repite cada 52 años mayas. En la cuenta larga, el tiempo de cómputo comienza el 0.0.0.0.0 4 ahau 8 cumkú 13 de agosto del 3114 a. C., y según las supuestas profecías mayas y particularmente la séptima indica que la fecha 13.0.0.0.0 4 ahau 3 kankin, es decir, el 21 de diciembre de 2012 d.C dará lugar a un ciclo nuevo.

En Chichén Itzá, se observa el descenso de Kukulkán que es una serpiente formada por las sombras que se crean en los vértices del edificio durante los solsticios, las cuatro escaleras del edificio suman 365 peldaños que representan los días del año, en el Códice Dresde y en numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos lunar, solar, venusiano y también las tablas de periodicidad de los eclipses.

Astronomía Inca

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Los Incas conocían la revolución sinódica del los planetas, construyeron un calendario Lunar para las fiestas religiosas y un calendario solar para la agricultura. Varias culturas preincaicas realizaron obras astronómicas como las Líneas de Nazca, o la Puerta del Sol en Tiahawanaco.

A finales del siglo XV, Pachacuti Inca Yupanqui, noveno inca reinante, mandó a construir templos para la veneración del Sol, a lo largo y ancho del imperio, el Templo del Sol (en Cuzco) fue construido en el año 1450 d.C, se creia que de el irradiaban cuarenta y un ejes (imaginarios) llamados ceques cuya disposición implicaba lineamientos geománticos o astronómicos.

Utilizaron elementos como mojones alrededor de los pueblos para realizar astronomía observacional.

Los Chibchas conocían la constelación de Orión y reconocían la relación entre la salida heliacal de Sirio con el comienzo de la temporada de lluvias.

El calendario Inca consistía en un año solar de 365 días, repartidos en 12 meses de 30 días y con 5 días intercalados. Pachacútec dispuso la edificación de 12 torres o pilares localizados al Este de la llacta del Cusco, llamados sucangas.

Los Incas estudiaban las constelación, algunas de ellas son la Cruz del Sur y el Centauro.

Casi la totalidad de las ceremonias en el imperio Inca, tenían como protagonista a un objeto celeste y básicamente, el Sol.

Las actividades más conocidas eran Inti Raymi y Capac Raymi, los Solsticios de Verano e Invierno, respectivamente.

Según las crónicas de los conquistadores españoles, en Cusco, la capital del imperio Inca, existía un imponente calendario solar de carácter público, el cual estaba constituido de pilares de 5 metros de altura, cada uno. Los pobladores podían establecer la fecha, por la extrapolación visual de los pilares hacia el horizonte. Este calendario podía verse a kilómetros de distancia.

La cultura Inca deriva de un calendario lunar, en principio, a uno solar. Como deidad preponderante en la cosmología inca, el Sol era el centro de toda su atención. Para su observación se destinó plataformas de piedra (Ushnus) situados en lugares apartados.

Algunos investigadores han propuesto un tercer calendario, el sideral-lunar, centra su base en el período que demora la Luna en ocupar la misma posición relativa entre las estrellas, este ciclo es de 27,33 días. Si este calendario sideral-lunar Inca fuese cierto, los ciclos de tiempo inca también estaban determinados por la visibilidad del conglomerado de estrella “Las Pléyades”, ya que la resta entre el año solar y el año sideral-lunar (365-328) arroja el valor de 37 días, exactamente los días en que este cúmulo estelar abierto no es observable desde Cusco.

Los Incas asociaron estrellas y la morfología del Ecuador galáctico a su cosmovisión, donde el popular Saco de Carbón (zona oscura en el Ecuador de la galaxia, observable desde el Hemisferio Sur) constituía La Perdiz (Yutu), la franja oscura situada entre la estrella Sirio, del Can Mayor y la Cruz del Sur recibía el nombre de La Serpiente (Machacuay) y la Llama (Yacana), poseía un largo cuello que terminada en sus dos ojos, las estrellas Alpha y Beta Centauri.

Los Intihuatanas (“donde está amarrado el Sol” en Quechua) son monolitos de piedra, levantados en algunas poblaciones como Pisac y Machu Pichu, son el centro de cada construcción religiosa del imperio, se cree que servía como calendario, para definir las estaciones, según la sombra que daba el sol a la base de esa piedra.

Enlaces

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Referencias

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  1. "Heraklides of Ponticus," The Hutchinson Dictionary of Scientific Biography
Proyecto: Historia de la Astronomía
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