Interaccionismo Simbólico

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CONCEPTOS BÁSICOS EN “TIEMPOS MODERNOS”

1. Relevancia

La Sociología busca siempre nuevas formas de interpretar la sociedad y los hechos que en esta suceden, es así que siempre existen teorías en constante debate y renovación. La acción social, es uno de los conceptos más difundidos, válidos y amplios de la mencionada ciencia; MAX WEBER (1864-1920), uno de los autores clásicos, formuló en el siglo XIX grandes teorías y definiciones acerca de este concepto, algún tiempo después, el estadounidense TALCOTT PARSONS (1902-1979) tomó en cuenta las ideas weberianas pero creó una nueva manera de entender la acción social. Ambos autores fueron gestores de grandes abstracciones que pretendían explicar toda la sociedad, hasta que pasada la Segunda Guerra Mundial, en los mismos EE.UU. surgieron teorías críticas del pensamiento parsoniano, las cuales apuntaban a un entendimiento más psicológico (del YO) de la sociología y sus conceptos. Entre ellas me permito destacar una a la que está dedicado el presente trabajo, me refiero por supuesto al Interaccionismo Simbólico y a su más grande representante, ERVING GOFFMAN (1922-1982). Esta teoría post-parsoniana es crítica a las grandes elaboraciones, prefiere centrarse en los pequeños acontecimientos y pequeños detalles, además busca el análisis de la ACCIÓN en niveles menores y particulares, además del mencionado interés en aspectos psicológicos, es por esto que es llamada “microsociología”. Es en extremo enriquecedor poder o al menos intentar poner en contraste al Interaccionismo Simbólico con las teorías sociológicas que lo preceden, eso se intentará aquí de modo breve, haciendo descripciones comparativas sobre la ACCIÓN SOCIAL según Weber, Parsons y finalmente Goffman. Creo que cualquier persona que se precie de conocer la Sociología no puede evadir de ningún modo el conocimiento del desarrollo histórico-teórico que subyace al concepto de la acción, por lo que me parece altamente relevante tratar este tema. Posterior a la comparación de los tres autores sobre la acción social, me voy a concentrar en los conceptos interaccionistas de la presentación de la persona en la vida cotidiana, donde se tiene perfectamente visible como sustrato el problema de la acción. Para entender mejor el problema, lo voy a tratar en relación al análisis de la película “TIEMPOS MODERNOS” de Charles Chaplin, donde se aplicarán las principales ideas de la presentación de la persona en la vida cotidiana, sin que con esto quiera decir, que el trabajo será puramente de contrastación práctica, pues intentaré darle un contenido más bien teórico. Así pues la mayor atención estará dirigida a esclarecer algunos de los conceptos fundamentales del Interaccionismo Simbólico según Goffman.

2. Weber, Parsons, y la Sociología del Interaccionismo Simbólico

La acción social como unidad básica es una constante en los tres sociólogos a los que abarca este estudio, a pesar de presentar diferencias en los modos en que es comprendida. Cuando un sujeto con sentido claro actúa en relación a otros, orientando sus actos hacia la conducta de ellos, ocurre una acción social según Weber. Ella se constituye en el motivo de existencia y la búsqueda central en la Sociología, porque esta ciencia se basa en interpretarla y entenderla. Para explicar su desarrollo, Weber se apoya en una clasificación de las formas de acción social que el distingue. Existen dos formas de ACCIÓN RACIONAL, una ORIENTADA A FINES, y otra a VALORES. La primera es establecida por intereses en el comportamiento de objetos y de otros hombres, utilizando esos intereses como “condiciones” o “medios” para el logro de fines propios racionalmente sopesados y perseguidos. La segunda establecida por la creencia consciente en el valor (ético, estético, religioso, etc.) propio y absoluto de una determinada conducta, sin relación alguna con el resultado, o sea puramente en méritos de ese valor. También existen dos formas de orientar la acción irracionalmente, de forma AFECTIVA y de forma TRADICIONAL. De estas la primera es especialmente emotiva, determinada por afectos y estados sentimentales; la segunda es en cambio establecida por una costumbre o tradición. Para analizar estas acciones, es necesario utilizar la COMPRENSIÓN INTERPRETATIVA, que significa comprender funcionalmente la conducta de los actores bajo el parámetro que suponen las leyes a las que se somete el actor. Para lograr la interpretación de la mejor manera posible, Weber apela a la construcción de TIPOS IDEALES, los que develarán el sentido y motivo de la acción. El trabajo más importante de Parsons es la elaboración de un sistema estructural-funcionalista que ubica la acción social en el medio de una tensión entre Naturaleza, Relación Ego-Alter o Sociedad, y Cultura. A este sistema le llama SISTEMA GENERAL DE LA ACCIÓN. Dentro de este sistema, existen tres subsistemas, dentro de cada cual la acción adquiere diferentes significados. El primer subsistema es el SISTEMA DE PERSONALIDAD, dentro del cual se reconocen tres modos de orientación de la acción. El primero de ellos es el catéxico-afectivo, comparable a la acción orientada a afectos de Weber. El segundo es cognitivo-instrumental, y es una acción a la que la persona la dota de sentido racional, esperando obtener algo. El último modo de orientación de la acción en el sistema de personalidad es el evaluativo-moral. El SUBSISTEMA SOCIAL es aquel donde los individuos ocupan roles o posiciones, es decir cada persona está ubicada en algún sitio específico de la estructura social y debe desempeñar una función específica. Para esto cuenta mucho la expectativa del rol, lo que debe entenderse como posibilidades que ofrece el sistema social para poder funcionar correctamente; a esto debe sumarse la necesidad de que se cumplan ciertos prerrequisitos como son niveles mínimos de comunicación, gratificación y afectividad. El SISTEMA CULTURAL es el que se refiere a las instituciones como construcciones tradicionales con pautas de orientación de valor; así pueden estas ser valoradas en varios grados: afectividad - neutralidad afectiva, orientación hacia sí – orientación hacia la comunidad, especificidad – difusividad, particularismo – universalismo, adscripción – logro. Son estos tres subsistemas (sistema de personalidad, subsistema social, sistema cultural) los que en su relación funcionan como trípode para la acción social, pues esta se desarrolla al interior y en la relación de estos sistemas. Más tarde Parsons postulará el sistema circular A.G.I.L. el cual desplaza la acción gracias a un input (energía) desde cualquiera de los conceptos del sistema (adaptación, goal político, integración, latencia cultural) hacia el siguiente, consiguiendo un output que es información. En rebelión a la tradición de los grandes sistemas de Parsons, comienzan a surgir teorías distintas, una de las cuales (talvez la más importante junto a la Etnometodología) es representada y comandada por las ideas del canadiense Goffman. En los trabajos de Goffman se puede apreciar una gran variedad de conceptos para entender el Interaccionismo Simbólico, está en primer lugar el texto de ESTIGMA, en el cual se observa con atención los procesos de identidad deteriorada y las formas que hay para sobrellevarla tomando en cuenta su impacto en la sociedad. Está también el libro INTERNADOS, en el cual se habla de las instituciones totales, y los procesos de construcción del YO que se llevan acabo en algunos de ellos. Considero que los conceptos más importantes de Goffman están contenidos en la PRESENTACIÓN DE LA PERSONA EN LA VIDA COTIDIANA, un estudio donde se rescata el valor de la ACCIÓN ESPONTÁNEA Y PARTICULAR como la creadora de sentido a través de los símbolos que en ella se manifiestan. Estos símbolos solo pueden producir significado en un contexto particular y tomando en cuenta aspectos interiores del individuo, aquellos que lo hacen aparecer como PERSONA, tomando en cuenta que persona se refiere a la cara presentable hacia el resto, rescatando la etimología de la palabra, que quiere decir máscara en latín. Para entender los procesos de interacción entre individuos, donde los símbolos generan significado Goffman usa una conveniente metáfora del teatro. Así es como podemos entender la acción social a través las ideas del teatro, familiares y sencillas. La REALIZACIÓN DRAMÁTICA, en la vida cotidiana, constituye la forma y las maneras que usa un actor en el proceso de interacción, ella depende de muchos factores, tales como las formas de actuar, y la posición en el entorno social desde la que se actúa. Voy a revisar de manera concisa los principales elementos de la realización dramática, que finalmente constituyen la real presentación de la persona en la vida cotidiana. Primero está el proceso de identidad, que significa el transcurso donde se adquiere y practica un PAPEL O ROL específico. A diferencia del concepto parsoniano de rol, aquí este no es definido por la estructura y la función que va a tener dentro del sistema. Más bien se entiende el rol tal como en el teatro, con la única diferencia que el escenario de la actuación pasa de los teatros a la vida real. La situación, equiparable a la escena, define el papel que cada actor interpreta. En la interacción el vehículo fundamental es la comunicación, la cual no se refiere a lo meramente lingüístico, sino también a las capacidades expresivo-dramáticas; de tal suerte que la actuación puede tener distinta CONFIANZA al actuar, SINCERA o CÍNICA. Cuando sincera, el actor asume su rol con veracidad, creyendo él mismo el papel que desempeña. Cuando cínica, el individuo es conciente de que nada más es un actor. Igual de importante resulta el concepto de FACHADA, la cual es parte de la imagen que un individuo presenta al interactuar. La fachada es constituida por la DOTACIÓN EXPRESIVA, la cual se divide en APARIENCIA y MODALES. La apariencia son los estímulos que informa el status del actor; los modales son la forma específica de tomar decisiones durante la actuación. La conjunción entre apariencia y modales, es decir la dotación expresiva, tiene como fin definir la situación del actor frente a los otros con quienes interactúa. Paso a otro concepto; existen TÁCTICAS CORRECTIVAS y TÁCTICAS PROTECTIVAS; la primera es generalmente asociada con la IMPROVISACIÓN, en tanto esta permite corregir el curso de una actuación que no ha fluido por los canales esperados. Un actor solo puede improvisar frente a una situación de interacción desconocida, porque si conoce de antemano (o lo especula y acierta) la mencionada situación no estará improvisando sino cumpliendo su papel tal cual debe cumplirlo; para ponerlo en otros términos puedo afirmar que la improvisación acaba con la rutina. Muchas veces funciona la improvisación como medida de corrección, otras tantas no. El TACTO, es decir el dominio sobre las formas adecuadas de manejar una situación sin que esta se desborde y resulte incómoda, es una táctica protectiva; esto quiere decir que se intenta tener el tacto suficiente como para evitar situaciones incómodas frente a las que sería necesario improvisar. Igualmente pueden resultar exitosas o fracasadas estas tácticas protectivas. Durante la interacción, por parte de todos los actores existe una CREACIÓN DE IMÁGENES, lo que debe leerse como la forma en que los actores proyectan una imagen llena de símbolos que debe ser entendida por los otros actores, de ese modo se puede lograr mostrar aquello que se pretende. También existe lo que se denomina MANTENIMIENTO DE CONTROL EXPRESIVO, lo que ayuda a regularizar la imagen que proyecta cada actor, pues a través del control de la expresión corporal se puede mantener una imagen proyectada dentro de los límites que la hagan normal y no agresiva, por ejemplo. Frente a la imagen que se quiere proyectar debe existir un referente, este debe ser algo que se conozca pero no se sea, entiéndase que un actor debe saber como quiere que se vea su imagen, sin saber si logrará presentarla así o no; lo que importa es tratar de performarla. Esto es lo que Goffman llama IDEALIZACIÓN. La idealización como una forma de presentar una imagen de la propia persona es constantemente alterada. Puede a veces suceder que la imagen que un determinado actor quiere proyectar no sea percibida como tal por los otros que interactúan; eso es llamado TERGIVERSACIÓN, y produce situaciones anómalas en la comprensión de la imagen que cada persona quería dar. Muchas pueden ser las causas de la tergiversación o la mala comprensión de los fines que un determinado rol tiene consigo; falta de tacto al actuar puede generar tergiversación. Tanto actores cínicos como sinceros pueden sufrir al ser su actuación tergiversada. Weber entiende que lo importante de la acción es interpretarla, para eso sugiere que debemos observar la orientación de la misma, Parsons va un poco más allá, y sin descartar del todo las ideas weberianas, idea un sistema general y tres subsistemas que permiten ubicar con más precisiones la acción; él la entiende como realización de un individuo dentro de la estructura social y con arreglo a una función específica. Merton también emite algunas ideas acerca de la acción, las cuales se basa en la función o disfunción de las mismas. Goffman rescata pocos conceptos anteriores acerca de la acción, al tiempo que busca encontrar nociones sobre la acción en pequeñas situaciones de interacción sin tratar de elaborar grandes sistemas, al contrario rastreando el sentido de las acciones en los símbolos que estas tienen; así logró requebrajar el paradigma normativo que tenía la sociología más popular entnces que era la parsoniana. La sociología del YO permite dirigir la investigación a un plano más cercano, tanto como a situaciones cotidianas.

3. “Tiempos Modernos”

“Un obrero de la industria del acero acaba perdiendo la razón, extenuado por el frenético ritmo de la cadena de montaje de su trabajo. Después de pasar un tiempo en el hospital recuperándose, al salir es encarcelado por participar en una manifestación, en la que se encontraba por casualidad. En la cárcel, también sin pretenderlo, ayuda a controlar un motín por lo que gana su libertad. Una vez fuera de la cárcel reemprende la lucha por la supervivencia, lucha que compartirá con una joven huérfana que conoce en la calle.” Este filme permite aplicar algunos conceptos del Interaccionismo Simbólico sobre el personaje principal del mismo, Charlot. Su papel o rol va variando durante la película, siendo en este orden trabajador, amigo, reo, e internado de un hospital siquiátrico. En cada uno de estos papeles debe cumplir con ciertos parámetros específicos privativos de tal o cual papel; no puede dirigirse a sus compañeros de trabajo igual que a su amiga. En ciertos momentos presenta una actuación con mucha confianza, o sea sincera, esto se da sobretodo cuando interactúa con su amiga; en otras ocasiones actúa cínicamente, por ejemplo en un empleo que consigue y le permite ganar un poco de dinero, siempre oculta sus verdaderas ideas a sus jefes; con ambas formas de confianza al practicar la realización dramática, muestra tacto evitando incidentes no deseados, a pesar de lo cual muchas veces se ve forzado a improvisar, como cuando es obligado a probar una máquina ara alimentar obreros durante su primer empleo. La acción siempre será tomada en cuenta para el Interaccionismo Simbólico en su acepción particular y cotidiana, y esto permite que Charlot demuestre una fachada distinta ante situaciones igualmente diversas. Su apariencia corporal y gestual, tanto como sus modales, cambian de acuerdo a la persona con que interactúa y la situación específica con esa persona. Por ejemplo cuando come una vez con su amiga, trata de ser muy educado y mostrarse sencillo y amable. Cuando es perseguido por la policía, es en cambio rudo y descortés. Hay un momento en la película que es muy especial, pues en él Charlot imagina como sería su vida si tuviera dinero, y en su sueño aparece una idealización de cómo sería su persona. Desde el momento en que el sueño se interrumpe, Charlot asume un nuevo rol como persona e intenta actuar lo más parecido al modo en que actuaba en el sueño a pesar de no tener dinero. En una ocasión que la amiga de Charlot se disgusta con él, es por una tergiversación, debido a que los símbolos que Charlot quería expresar no tuvieron eco en la interpretación de ella.


4. Conclusiones

La teoría del Interaccionismo simbólico es de gran utilidad para la sociología, pues una vez que algunos aconteciomientos históricos y el desarrollo de otras ciencias pusieron en crisis a los grandes sistemas sociológicos, surgió la microsociología o sociología del YO, para aportar puntos de vista nuevos y formas de interpretar la acción social novedosas. Las categorías y conceptos que Goffman esboza mantienen hoy una gran validez, y son utilizados como parte de metodologías de investigación social. Quizá cuenten mucho las posibilidades casi infinitas de estudio que ofrece el Interaccionismo Simbólico, pues puede realizarse en cualquier escenario donde existan individuos vinculados por la interacción. La interpretación juega un papel importantísimo en esta teoría, pues los símbolos que se ofrecen por parte de los actores son la base de la comunicación, y esta a su vez es, según Goffman, lo que permite la acción. Esta importancia de los símbolos permite que el estudio sociológico tome en cuenta otras variantes que antes no hubieran tenido ninguna importancia. Abarcando la interpretación simbólica, el estudio se vuelve más complejo y permite tener nociones más exactas sobre ciertos problemas de acción.


5. Bibliografía

- Conceptos sociológicos en Weber, realizado en segundo semestre. - PARSONS, Talcott, “El Sistema Social”. - GOFFMAN, Erving, “La presentación de la persona en la vida cotidiana”. - www. filmaffinity.com